Hay muchas maneras de comenzar el calentamiento con el instrumento; aquí os voy a explicar una que he comprobado que es la que mejor funciona, al menos para mí.
La idea es comenzar con movimientos muy lentos en los que nos de tiempo a tomar consciencia de cada movimiento exacto que realizamos con ambas manos.
De hecho lo ideal sería comenzar con exclusivamente la mano derecha y las cuerdas muteadas. Tocando negras con el metrónomo a 30, es decir: un golpe cada 2 segundos. Prestando atención en que el movimiento tanto si es con Púa o con dedos, sea lo más pequeño y preciso posible. 5 m harán tomar otra sensación con la mano derecha.
Lo siguiente sería tocar una escala, por ejemplo Do mayor en las 5 posiciones. A la misma velocidad: 30BPM la negra. 10 minutos considero que son suficientes.
Tener un espejo para ver el movimiento exacto que hacemos sin doblar el cuello es lo ideal.
Aunque puede parecer un ejercicio muy «árido», os animo a que lo probéis y vosotros mismos juzguéis cuantos efectos positivos tiene, a nivel: sonido, precisión, velocidad, y para conseguir una manera más «orgánica» de tocar el instrumento.